Zenser

CARTA II Cuando quiero hablarte suelo pensar en varias cosas, tal vez dos o tres, quizás diez veces o más, algunas de esas cosas son: Tal vez no seré el príncipe que esperas, pero tal vez seré quien quite todas aquellas espinas que quedaron encajadas en tu piel y encarnadas en tu pasado. Tal vez no podré entregarte un ramo de rosas, recién cortadas con aroma exquisito de pétalos, en lugar de ello escribiré versos y sonetos, estrofas y prosas con olor a madera, y a mi manera. Tal vez no sea el mejor escribiendo porque tal vez me di cuenta que antes de los versos son los hechos. Tal vez no hable demasiado, y no porque no quiera, simplemente porque tal vez sea esa mi virtud y mi defecto. Tal vez no tenga oportunidad de ser alguien más que lo que ahora mismo soy, porque tal vez tenga miedo de la incertidumbre de ser mañana por perder lo que soy hoy. Tal vez cuando estés triste y sola necesitaras ver una luz para volver a creer, y así tal vez volverás a creer que los milagros no

CARTA I Hola, ¿Cómo te va? Espero no ser inapropiado, si es así excúsame, no pretendo serlo, pero escribo de nuevo para retornar, retornar para no volver a sentir lo rígido del suelo. Ahora lo entiendo, no se trata de escribir los versos más románticos, sino de tratar que el miedo conviva con el valor, algo matemáticamente arte. Cómo explicarlo, la respuesta es muy breve: no se puede, si no se siente. No tengo poder de esculpir palabras, ni letra por letra, pero escupo mi verdad a través de actos. Pero dime, qué puedo hacer para que mis misivas las sientas, sólo puedo hacer mis manifestaciones en letras para que las puedas ver y no se confundan como otras tantas, puesto que mi puntuación busca acentuar tu nombre. Entonces, escriba lo que escriba pintaré sólo con la tinta que trabaja mi corazón en latidos, tinta tan inquebrantable como la voluntad del soñador, tan dura como hierro forjado por el herrero del caballero. Aunque los riesgos son tan altos, con el corazón del valiente, que a

VERDE MANZANA Es un día asoleado con el cielo despejado, y se me antoja pararme para pensar un segundo.   Pues estoy en el parque de toda mi mente, donde se pinta verde manzana de repente.   Me siento vivo como aquel color suave, si bien lo siento ahora, es mejor el presente.   No, no es una carta con poco ritmo; no, no es un carta, es un verso íntimo.   Me siento tan pacifico como el viento del bosque, verde manzana es más que un color, es querer. Sígueme en  Zenser Descárgate la  versión gratuita  de mi obra Más contenido en mi  facebook